Roberto Ottaviani fue el entrenador del portero de Boca Juniors cuando este estaba en las inferiores de Racing.
El primer entrenador de porteros de Sergio Romero habla de Chiquito y los penales
Llegó una tarde al Predio Tita Mattiussi Racing Club con una delegación de la Comisión de Actividades Infantiles de Comodoro Rivadavia y deslumbró a todos los entrenadores que lo observaron en la prueba. Entre ellos estaba Roberto Ottaviani, entrenador de porteros de las categorías inferiores de la Academia. Llamaba la atención su altura (1,86) con una edad de Octava División, pero también sus cualidades técnicas. sergio romeroEl misionero que se mudó a la ciudad de Chubut para jugar baloncesto como sus hermanos mayores, estaba a punto de empezar a escribir su historia en el mundo del fútbol.
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“Te impresionó y no sólo por su altura. Él negro Siempre estuvo bien. Tenía mucha seguridad en las manos, presencia y pegaba muy bien la pelota. Le costó más lanzarse por la derecha que por la izquierda, pero tuvo las condiciones. “Había que darle herramientas y pulirlo”, es el primer recuerdo que le viene a la mente a Ottaviani cuando le preguntan por Chiquito. En su momento hubo dudas sobre su fichaje porque acababan de incorporar a un portero cordobés en la categoría 87 llamado Matías Piñal, que no tenía la complexión de Romero, pero estaba al mismo nivel. Decidieron sumar ambos y hacerles salvar dos juegos a cada uno. En la pensión, para que no estuviera solo, lo hicieron compartir habitación con Juan Salto, un dinámico volante que también jugó en Primera de Racing y venía del CAI de Comodoro.
El entrenador de porteros, que jugó en las Inferiores de Vélez hasta la Cuarta División y luego militó en Deportivo Merlo, también repasó cómo fueron los inicios en una instalación que no contaba con las comodidades de hoy: “Lo hice entrenar sobre rocas y vidrio. Pensé ‘este tipo debe odiarme’. No pudimos clavar las púas porque no encajaban en el suelo porque el piso del patio de servicios públicos era muy duro. Le pondría dos conos y el loco se tiraría de aquí para allá y volaría. Él nunca se quejó. Siempre me pedía una pelota más. – Vamos, Ronco, tírame otro. Un día trajeron un camión lleno de arena, que era marrón, no muy bonita, y le hice coger una pala y ponerse a trabajar. Lo difundimos y entrenamos allí. Saltó para salvar un balón, se levantó con la cara llena de arena y volvió a salvar otro. ‘Hijo de puta, ¿tienes rayos láser que puedan ver la pelota con arena en la cara?’, le dije. Nunca faltó. Tenía todo para llegar allí y esa determinación lo llevó a donde terminó”.
Los inicios de Chiquito Romero en las categorías inferiores Racing
Se repite que las imágenes de pequeño Romero atajó tres penales en la final de Sexta División ante Boca. En ese momento, Ottaviani lo entrenó e incluso hizo el ingreso con él pese a que ya había ascendido al equipo de Primera de Racing que dirigía Pato Fillol: “Fui a ver a la Sexta de Boca el partido previo a la final y Matías Cahais convirtió un penalti a la derecha. Cuando llegamos a los penaltis en la final, yo estaba detrás de la portería, pero le dije que él tenía que decidir dónde tirar en cada penalti. Que hiciera lo que sintiera. Cahais cambió el palo y lo salvó. Si le hubiera dicho que hiciera lo correcto, habría arruinado su vida. Desde pequeño mira, ve y tiene intuición.“.
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El aterrizaje de Romero en Boca sorprendió a más de uno. Sobre todo porque parecía que si regresaba al país lo haría con el buzo portero de Racing. Sin embargo, nunca lo llamaron desde Avellaneda y Juan Román Riquelme lo convenció para fichar por el Xeneize. “Quería venir al Racing, pero nunca le ofrecieron nada. Fue a entrenar varias veces al gimnasio de Tita Mattiussi y me dijo que le daba vergüenza que los chicos estuvieran trabajando en esas condiciones. Lo hizo todo de nuevo, muchos no lo dijeron. Puso el dinero. Como cuando vino a saludar y rescató cuatro o cinco pares de botas de la Selección y las trajo para repartir. Esos gestos te demuestran lo gran persona que es”, afirmó su asesor.
Y agregó: “En Racing probablemente pensaron que era un ex portero. Pero sabiendo que es hincha y que ama al club, ¿cómo no van a ofrecerle un contrato? Se conformó con poco dinero porque quería quedarse aquí y dar”. “Una mano a Racing. Boca se la jugó, lo arreglaron y Sergio tiene eso, cuando consigue continuidad, no tiene techo. Estaba seguro que se comería a Rossi, que es un gran portero. Pero Chiqui tiene un plus”. Por mucho que digas que tiene 36 años, puede acortar hasta los 40 años. Se cuidó durante toda su vida, en la cancha y en su vida privada. Cuando se casó con Eliana, dejaron todo para formar una hermosa familia. Nunca ha tenido ningún conflicto mediático, es muy profesional, humilde y muy buen chico”.
Chiquito Romero con su primer entrenador de porteros
En vísperas de la revancha contra Palmeiras, su mentor vaticinó: “Chiquito puede salvar en Brasil porque más allá de la fe que tengo en él, Boca es un equipo copero. Los brasileños no pudieron marcar aquí. Allí tienen que ganar el partido porque, en los penaltis, no lo tienen fácil. Pensarán que este chaval es un lanzador de penales desde pequeño, tiene presencia, personalidad, experiencia, entonces tendrán que ganarlo en los 90 minutos. Y si están desesperados por ganarlo, pueden comerse una contra y Boca puede ganarlo así”.
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Ottaviani, quien recuerda que se quedaban con Romero a patear penales luego de entrenar en su etapa en las juveniles de Racing, presentó el hipotético escenario de una definición de los 12 pasos: “Palmeiras lo pasará mal. Es una fiera, tiene confianza, seguridad, tiene un físico ideal porque con 1,93 puede disparar y pasar el palo. Si puede manejar el pateador, con su intuición, lo detendrá por ti. Te obliga a perdértelo, querer asegurarlo y tirarlo. Allí lo pateas con confianza en alguna parte, pero el tipo no se mueve y te duda. Excepto con Messi o Maradona, que te cambian la movilidad del tobillo en el último momento porque son mágicos, te complica”.
El misionero se convirtió en una de las figuras del equipo de Jorge Almirón
Y explicó sobre el estudio de los verdugos: “Todos dicen del papel, pero el papel es de su familia. Estudia a los que patean, sí. Mirá cómo se paran, cómo van a patear, es un trabajo que se hace hoy en Boca. Pero ya en Sexta División le atajó tres penales a Boca, no uno, ¡tres! Y salimos campeones. Lo veo con mucha, mucha confianza y eso se lo va a transmitir a todo Boca. Lo veo en la final de la Libertadores”.
Aunque recientemente perdió su invicto en la cancha animando a Romero en el Superclásico ante River, su ex entrenador se proclamó cábala de Chiquito: “Le dije que para que Boca empiece a ganar me tiene que dar unas entradas para ir a verlo”. Desde que lo vi empezó a hacerlo bien, el otro día contra River el primer gol fue de rebote y en el segundo tapó un balón grande. Está maduro, estoy convencido de que saldrá campeón con Boca y volverá a la Selección. Dibu ganó el título, es perfecto. Pero si por algún motivo no salva, Sergio deberá hacerlo. No sé cómo va a conseguir que haga la vuelta olímpica con él. “Tendrá que llevarme en su bolso a Brasil”.
LA HISTORIA DE CHIQUITO ROMERO CON LA SECIO NACIONAL ARGENTINA
“Chiquito se pone el saltador de la Selección y es un superhéroe, se transforma”, afirmó su primer entrenador de porteros.
“Me enojé mucho cuando Sampaoli no lo llevó al Mundial de Rusia. Se manejó mal y les cuento por qué: si Chiquito se operara de la rodilla, como mucho, estaría de vuelta en 14 días. Se descompuso en un amistoso contra España, se jugó la vida en una jugada y tuvo que marcharse. Decidieron no operarlo porque no se desplazó nada y volvió a jugar. Antes de Rusia se le desprendió un cartílago y le dijo a Sampaoli que, si se operaba, estaría listo para jugar en diez días. Sampaoli aguantó a Agüero, que salió lesionado, pero a él no. Estaba enojado por eso, un sabor amargo por no haber jugado en ese Mundial.”, dijo Ottaviani, quien trabajó con las categorías inferiores de la selección argentina en 2016 y 2017, justo antes de que Sampa aterrizara en la Gran Liga.
El entrenador de Chiquito, que intercambió mensajes de texto incluso antes de los partidos del Mundial con el misionero, no tiene dudas de que Scaloni tarde o temprano lo llamará para ser una alternativa a Emiliano Martínez: “Tiene 96 partidos en la Selección y un alto porcentaje de vallas invictas. Se pone la sudadera de Argentina y se hace más grande, no le pueden hacer gol. No digo que Dibu se lesione, pero si lo sacan del juego como último recurso, ¿quién es el ¿Portero que tiene la presencia, la capacidad y la experiencia de Sergio? No hay otro. Ninguno de los que pararon de él a Dibu lo hizo bien. Y eran buenos arqueros, ¿no? Marchesín, Wilfredo Caballero, Armani, Andrada… Son unos bárbaros, pero no de la Selección. La pista está a la vista”. Y concluyó: “Chiquito se pone la sudadera y es un superhéroe. Se vuelve”.
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Source: frv.edu.vn